martes, 4 de febrero de 2014

Cocinando con Cervezas Tramuntana!!!

Hola Espumill@s!!!

    El pasado jueves tuve el gran honor de poder disfrutar de una intensa y divertida jornada de cocción cervecera con mis grandes amigos de Cervezas Tramuntana: los hermanos Guillermo y Pablo Tamagni.



    La cosa arrancó a las 06:00 de la mañana, pero Guillermo que es una buena persona (toma peloteo), me dejó aparecer a las 07:30, jeje. Nada más entrar la acogida fue de lo más agradable: abrazos, cervezas, presentaciones y empezar con toda la explicación del proceso.
    El primer paso fue esperar a que el tanque de calentamiento llegase a los 80º de temperatura ansiados para poder arrancar con la infusión de maltas (receta secreta y bien guardada por su parte, claro está!). Nada más alcanzar la temperatura deseada, empieza el jaleo y trajín de sacos de maltas y utensilios para la mezcla. Guillermo a los mandos encima de la escalera y el novato (un servidor) abriendo sacos de malta y lanzándolos al aire. Nada más abrir el primer saco, la sensación fue única: un olor dulce e intenso inundó toda la sala, que no es pequeña precisamente. Guillermo, nada más abrir el saco se comía la malta como pipas! Pero la cosa no termina ahí, nada más tocar la malta el agua, el olor se tranformó en algo mucho más agradable, un olor que recuerda al pan recién horneado o a los cereales con leche del desayuno. Después de poner las cantidades exactas de maltas seleccionadas para la gran ocasión, empieza el jaleo de remover la mezcla para el proceso de infusión.


El proceso de infusionado es algo complejo y técnico que requiere vigilar constantemente la variación de temperatura y hacer escalones de temperatura para conseguir que la malta desprenda todas sus propiedades para la posterior elaboración de un buen mosto. Una vez terminado el proceso de infusionado se inicia el proceso de lavado de grano que consiste en recircular el caldo obtenido sobre el mismo grano y así obtener una claridad mayor en la cerveza y una densidad correcta. Mientras preparábamos el lavado íbamos traspasando el líquido al tanque de cocción, que no os podéis hacer a la idea de lo que cuesta llevar a ebullición más de 500 litros de futura cerveza.
    En este punto fue cuando hicimos un parón más que merecido para comer, y como no, acompañado de una buena cerveza que aún estaba en proceso de maduración, directamente del tanque, a pelo, sin gas, toda una nueva experiencia para mi paladar!!!! Por cierto... Pablo es un gran cocinero haciendo chuletas, pendiente nos queda ese rico asado en familia ;-P
    Cuando retomamos el trabajo, nada más romper a hervir el mosto, viene el momento más delicado de todo el proceso con el fin de evitar que el producto se eche a perder por culpa de las bacterias. Hay que crear una esterilización total en todas las herramientas que se utilicen a partir de este momento, de lo contrario acabaríamos contaminando toda la futura cerveza. El momento de mayor estrés fue el momento después de la ebullición del mosto, momento de fiestón para las posibles bacterias y que hay que evitar enfriando rápidamente el resultado obtenido y trasvasándolo al tanque de fermentación; este proceso pudo ser más rápido de lo que suele ser gracias a un invento casero y "patentado" por los hermanos Tamagni.


    Una vez finalizado este punto, añadimos la levadura ya despierta al tanque de fermentación y empieza la recta final, pasadas unas 12 horas la levadura inicia su función y la cerveza empieza a crear alcohol. Justo aquí, ya terminamos el proceso de cocción.
    Aquí ya quedaba lo más complicado, la limpieza del equipo con la pereza que da después de más de 14 horas de trabajo constante. Pero... sarna con gusto no pica!


    Y ahora mismo, confieso que estoy impaciente por probar el resultado de tan intenso y agotador día.


    Realmente es dificil de resumir y explicar todo el proceso y experiencia vivida, así como plasmar la gratitud y hospitalidad de Guillermo y Pablo, como la gran diversión, risas, momentos de tensión y anécdotas del día, que no fueron pocas, pero eso queda entre nosotros y el mosto obtenido.




    Este post va por vosotros, muchas gracias Cerveza Tramuntana!

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